¡Buenos días a tod@s! Como pasan las semanas de rápido. De nuevo estoy con todos vosotros para daros a conocer ejemplos de cuento motor, a diferencia de mi última entrada que traté el tema pero de forma mucho más teórico. Os expondré tres cuentos motores que hemos visto en las últimas clases prácticas de Didáctica de la Educación Física en la Educación Infantil.
En primer lugar, conjuntamente entre todo el grupo, pusimos en práctica el cuento motor de "Gotino". A todas nos pilló por sorpresa, pero teniendo en cuenta que era la primera vez que poníamos en práctica dicho recurso, creo lo hicimos bastante bien. La profesora dividió el cuento en varias partes, entregándonos a cada subgrupo una de ellas, de manera que cada uno realizó la parte designada. En cada subgrupo se eligió los papeles de maestra, ayudantes y observadora. Mientras que un grupo adoptaba los anteriores roles, el resto de clase realizaba la actividad motriz. En dicho cuento motor todas las alumnas se convertían en gotinos, siendo las protagonistas del cuento, simulando el recorrido que las gotas de agua hacen desde que caen de las nubes hasta que sirven de alimento a las plantas. La sesión empezó con la canción "Que llueva, que llueva", con la que nos desplazamos al centro del pabellón, para allí realizar una serie de preguntas con el objetivo de conocer los conocimientos que se tenía sobre la temática. En primer lugar se propuso que el viento movía las gotas, y éstas se desplazarían dependiendo de su tamaño,es decir, si la maestra decía que éramos gotas pequeñas, nos moveríamos rápidamente, y si nuestro tamaño era grande, nos moveríamos más lentamente. El cuento seguía explicando que las gotas que caían del cielo chocaban unas con otras, haciendo un juego con aros en el suelo que formaban un círculo donde cada gota (alumna) estaba metida en uno de ellos. A la orden de la maestra nos moveríamos saltando al aro de nuestra derecha o izquierda, habiendo una variante en el juego, en la que había una gota en el centro y al grito de tempestad, todas las gotas buscarían un aro que no estuviera ni a derecha ni a izquierda, siempre quedándose una sin aro y ocupando la posición central. Los gotinos se desplazaron mediante saltos grandes y saltos pequeños hacia el tallo de una hoja, y allí, en fila, se les mandó coger la oreja derecha del gotino de delante, cerrar el ojo izquierdo y coger el pié izquierdo del gotino de detrás. Todos los gotinos se agarran para ir del tallo a la hoja, donde se chocan entre ellos, pisándose los pies derecho e izquierdo bajo las indicaciones de la maestra. En este momento los gotinos están muy cansados, y la maestra los hace tumbarse en el suelo boca arriba colocándoles un papelito en la boca para hacerlo levantar soplándolo. Podemos ver que este cuento motor va dirigido a desarrollar la lateralidad y por lo que yo pude percibir, nos metimos todas tanto en el papel de gotinos que disfrutamos muchísimo en esta sesión.
A la semana siguiente, empezamos las exposiciones de los proyectos realizados por nosotras. El primer grupo nos mostró su proyecto de "Los Dinosaurios" mediante una sesión muy dinámica y divertida a la que titularon "Los museos", en la que trataron la expresión corporal para niños de 4 años. Empezaron la sesión con una asamblea en la que nos motivaron con una serie de material colocado en el centro, el cual eran huesos de diferentes tamaños, cresta, etc. y nos propusieron buscar tres partes de un dinosaurio, que fueron las patas, la cola y la cresta. Nos motivaron con una canción motriz sobre los dinosaurios donde nos enseñaban cada parte de este animal y la función que tenía: "la cola de dino sirve para equilibrarse, con la cresta el dino puede comunicarse, con las patas el dino corre muy muy rápido". Dividieron la clase en dos equipo, uno verde y el otro naranja, y empezamos la sesión conociendo al dinosaurio Paulo, que era una marioneta que llevaba la compañera que hacía de maestra y con la que nos iba guiando. Primeramente nos llevó a la sala de los espejos, donde se planteó la primera actividad motriz que hicimos, que fue en parejas y consistía en imitar los gestos que hacía la compañera, siendo primeramente el movimiento libre e incluyendo luego la variante de realizarlo solo con los pies. Luego nos desplazaron por una zona muy oscura del museo haciéndonos coger unas linternas para alumbrar nuestro camino y de repente escuchamos los vikingos y nos tuvimos que quedar quietos como estatuas para que no nos descubrieran. Nos trasladaron a una zona donde habían grandes árboles y debíamos de coger sus hojas secas para que se alimentaran los dinosaurios y adoptar la postura de dinosaurio que más nos gustara. Finalmente fuimos hacia otra zona donde manchándonos las manos con pintura, debíamos de estamparlas en papel continuo simulando las huellas de estos animales, haciéndolo al son del pandero que marcaba la maestra, rápido, lento o si dejaba de tocar debíamos de quedarnos quietos sin caminar ni pintar. Una vez acabadas las actividades motrices nos sentaron en la asamblea y colocamos algunas partes del dinosaurio en un gran mural. La relajación se hizo en parejas, una compañera tumbada decúbito ventral y la otra con los puños cerrados imitaba los pasos de los dinosaurios sobre la espalda y las piernas de la compañera bajo las indicaciones de la maestra. Destacar de esta exposición, que cada vez que una de mis compañeras intervenía adoptando el papel de maestra, lo hacía portando una marioneta de un dinosaurio, al cual presentaba indicando su nombre y una de sus características más llamativas, lo que creaba gran motivación y expectación entre nosotras.
El lunes pasado, el segundo grupo encargado de la exposición tenía como tema de su proyecto "Los Romanos", en la que trataron la coordinación para niños de 5 años mediante un cuento motor sobre la historia de los romanos. En la asamblea nos trasmitieron muchos conceptos sobre el tema, y dividiéndonos en dos grupos (mediante bolsas de basura de diferente color) pasamos a realizar una primera acción motriz guiada por la maestra a una colchoneta, donde nos subíamos en parejas, y agarradas a una pica, teníamos que intentar tirar sobre la colchoneta a nuestra pareja. Después, nos hicieron coger una pica imitando ser un caballo para cabalgar entre árboles (picas perpendiculares al suelo separadas) a uno de los grupos, mientras el otro tiraba una indiaca dentro de unos aros en el suelo. Pasamos a hacer otro juego el cual consistía que uno de los grupos se colocaba tras una gran colchoneta y debían de lanzar indiacas a los componentes del otro grupo que desfilaban delante de la colchoneta por un pasillo delimitado. Después hicimos un juego de pillar un grupo a los componentes del otro llevándolos a una zona, y luego se cambiaron los roles, pillando los segundos a los que que primero pillaban. La última actividad motriz fue atarnos en parejas, a la altura de los tobillos con cuerdas, y desplazarnos así metiéndonos en aros colocados en el suelo y esquivando una serie de picas hasta llegar al final. Todas la actividades se iban realizando mediante un cuento motor y también utilizaron una canción motriz sobre los romanos. Destacar de este grupo, la gran expectación que nos crearon a la mitad de la actividad, cuando la compañera que hacía de maestra nos llamó la atención con una paloma apoyada sobre su brazo, que en un principio todas creímos que era de verdad.En primer lugar, conjuntamente entre todo el grupo, pusimos en práctica el cuento motor de "Gotino". A todas nos pilló por sorpresa, pero teniendo en cuenta que era la primera vez que poníamos en práctica dicho recurso, creo lo hicimos bastante bien. La profesora dividió el cuento en varias partes, entregándonos a cada subgrupo una de ellas, de manera que cada uno realizó la parte designada. En cada subgrupo se eligió los papeles de maestra, ayudantes y observadora. Mientras que un grupo adoptaba los anteriores roles, el resto de clase realizaba la actividad motriz. En dicho cuento motor todas las alumnas se convertían en gotinos, siendo las protagonistas del cuento, simulando el recorrido que las gotas de agua hacen desde que caen de las nubes hasta que sirven de alimento a las plantas. La sesión empezó con la canción "Que llueva, que llueva", con la que nos desplazamos al centro del pabellón, para allí realizar una serie de preguntas con el objetivo de conocer los conocimientos que se tenía sobre la temática. En primer lugar se propuso que el viento movía las gotas, y éstas se desplazarían dependiendo de su tamaño,es decir, si la maestra decía que éramos gotas pequeñas, nos moveríamos rápidamente, y si nuestro tamaño era grande, nos moveríamos más lentamente. El cuento seguía explicando que las gotas que caían del cielo chocaban unas con otras, haciendo un juego con aros en el suelo que formaban un círculo donde cada gota (alumna) estaba metida en uno de ellos. A la orden de la maestra nos moveríamos saltando al aro de nuestra derecha o izquierda, habiendo una variante en el juego, en la que había una gota en el centro y al grito de tempestad, todas las gotas buscarían un aro que no estuviera ni a derecha ni a izquierda, siempre quedándose una sin aro y ocupando la posición central. Los gotinos se desplazaron mediante saltos grandes y saltos pequeños hacia el tallo de una hoja, y allí, en fila, se les mandó coger la oreja derecha del gotino de delante, cerrar el ojo izquierdo y coger el pié izquierdo del gotino de detrás. Todos los gotinos se agarran para ir del tallo a la hoja, donde se chocan entre ellos, pisándose los pies derecho e izquierdo bajo las indicaciones de la maestra. En este momento los gotinos están muy cansados, y la maestra los hace tumbarse en el suelo boca arriba colocándoles un papelito en la boca para hacerlo levantar soplándolo. Podemos ver que este cuento motor va dirigido a desarrollar la lateralidad y por lo que yo pude percibir, nos metimos todas tanto en el papel de gotinos que disfrutamos muchísimo en esta sesión.
A la semana siguiente, empezamos las exposiciones de los proyectos realizados por nosotras. El primer grupo nos mostró su proyecto de "Los Dinosaurios" mediante una sesión muy dinámica y divertida a la que titularon "Los museos", en la que trataron la expresión corporal para niños de 4 años. Empezaron la sesión con una asamblea en la que nos motivaron con una serie de material colocado en el centro, el cual eran huesos de diferentes tamaños, cresta, etc. y nos propusieron buscar tres partes de un dinosaurio, que fueron las patas, la cola y la cresta. Nos motivaron con una canción motriz sobre los dinosaurios donde nos enseñaban cada parte de este animal y la función que tenía: "la cola de dino sirve para equilibrarse, con la cresta el dino puede comunicarse, con las patas el dino corre muy muy rápido". Dividieron la clase en dos equipo, uno verde y el otro naranja, y empezamos la sesión conociendo al dinosaurio Paulo, que era una marioneta que llevaba la compañera que hacía de maestra y con la que nos iba guiando. Primeramente nos llevó a la sala de los espejos, donde se planteó la primera actividad motriz que hicimos, que fue en parejas y consistía en imitar los gestos que hacía la compañera, siendo primeramente el movimiento libre e incluyendo luego la variante de realizarlo solo con los pies. Luego nos desplazaron por una zona muy oscura del museo haciéndonos coger unas linternas para alumbrar nuestro camino y de repente escuchamos los vikingos y nos tuvimos que quedar quietos como estatuas para que no nos descubrieran. Nos trasladaron a una zona donde habían grandes árboles y debíamos de coger sus hojas secas para que se alimentaran los dinosaurios y adoptar la postura de dinosaurio que más nos gustara. Finalmente fuimos hacia otra zona donde manchándonos las manos con pintura, debíamos de estamparlas en papel continuo simulando las huellas de estos animales, haciéndolo al son del pandero que marcaba la maestra, rápido, lento o si dejaba de tocar debíamos de quedarnos quietos sin caminar ni pintar. Una vez acabadas las actividades motrices nos sentaron en la asamblea y colocamos algunas partes del dinosaurio en un gran mural. La relajación se hizo en parejas, una compañera tumbada decúbito ventral y la otra con los puños cerrados imitaba los pasos de los dinosaurios sobre la espalda y las piernas de la compañera bajo las indicaciones de la maestra. Destacar de esta exposición, que cada vez que una de mis compañeras intervenía adoptando el papel de maestra, lo hacía portando una marioneta de un dinosaurio, al cual presentaba indicando su nombre y una de sus características más llamativas, lo que creaba gran motivación y expectación entre nosotras.
La entrada esta semana al blog tiene doble intención. Una es daros a conocer tres posibles temáticas para trabajar diferentes contenidos de la Educación Física en la etapa de infantil mediante cuentos motores y mostraros posibles actividades motrices que se pueden realizar para llevar a cabo dicho recurso. Y el segundo motivo de mi entrada, es dar mi más sincera enhorabuena y felicitar a mis compañeras por el gran trabajo realizado, agradeciéndoles que nos hayan trasmitido sus originales ideas para poder usarlas en un futuro.
Disfrutar del fin de semana y hasta la semana que viene.
